Concepción de Cristo Rey
Cuando contemplo tus obras,
mi soberano Señor,
veo en cada creatura
el rastro de tu hermosura,
y todas me hablan de Vos.
Porque en ellas veo impreso
el dulce y eterno beso
del más delicado amor.

Amor me cantan las aves
en sus trinos mañaneros;
amor los claros luceros
en su inquieto titilar.

Amor las empinadas cumbres
con su nívea blancura
porque cantan la hermosura
de un alma virginal.

Amor el arroyuelo manso
que a la tierra fecundiza silencioso,
y el estío con sus soles ardorosos.
Amor me canta cuanto hizo tu bondad.

Mas… no me dicen todo tu Amor esas bellezas
que mi espíritu contempla embelesado
y que canta la gran naturaleza;
son la huella que dejó tu paso.
Ellas solamente son destellos,
son migajas que cayeron de tu mano.
Y yo ansiaba encontrar ese venero
do brota esa fuente del amor y de la vida,
ese manantial de caridad divina,
y Tú me lo mostraste en tu Hijo Amado.