Imprimir

Los que comienzan a tener este deseo en la oración de encuentro con el Señor los llama Sta. Teresa que comienzan a ser “siervos del amor”.

“Determinándose un alma a amaros; en dejarlo todo para mejor se emplear en este amor de Dios, si persevera, no se niega Dios a nadie, poco a poco va habilitando él el ánimo para que salga con esta victoria”.

EVANGELIO: Mc 10, 17-30
“En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: -Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.
El replicó: -Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: -Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres – así tendrás un tesoro en el cielo-, y luego sígueme.
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:- ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: -Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios.
Ellos se espantaron y comentaban: -Entonces, ¿quién puede salvarse?
Jesús se les quedó mirando y les dijo: - Es imposible para los hombres, no para Dios, Dios lo puede todo”. Pedro se puso a decirle: -Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
Jesús dijo: -Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más- casas, y hermanos y hermanas, y madres e hijos, y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura vida eterna.

Vamos a repasar las actitudes y las palabras dichas por Jesús en este Evangelio de Marcos:

¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No seas injusto, honra a tu padre, y a tu madre; no darás falso testimonio……

-Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme.

Jesús lo mira y le dice a sus discípulos: “Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios”.

Jesús añade: “Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el Reino de Dios”.

Jesús se les queda mirando de nuevo y les dice: “Es imposible para los hombres, no para Dios”.

ORACIÓN

“Por este camino que fue Cristo han de ir los que le siguen, si no se quieren perder.

El Señor nos llama a trabajar en su Huerto, para que Él se deleite. Y con la ayuda del Señor como buenos hortelanos hemos de procurar que crezcan estas plantas y tener cuidado de regarlas para que no se pierdan. Y den olor y se venga a deleitar muchas veces a esta huerta”.

Y nos explica Sta. Teresa que este huerto se puede regar de 4 maneras: hoy nos vamos a fijar en la primera: “Que es muy a su trabajo y hacemos lo que podemos para regar estas flores.

¿Qué hará aquí el que ve que en muchos días no hay sino sequedad y disgusto y mala gana para venir a sacar el agua?

Alegrarse y consolarse y tener por grandísima merced de trabajar en huerto de tan gran Emperador. Su intento no ha de ser contentarse a sí sino a él y ayudarle a llevar la cruz.

Aunque para toda la vida le dure esta sequedad, no dejar a Cristo caer con la cruz.

No haya miedo que se pierda el trabajo. A buen amo sirve. Mirándole está.

Fiad de su bondad, que nunca faltó a sus amigos”. Vida 11, 5-12