Libro de la Vida

Resumiendo este capítulo, yo diría que hace una disección de la palabra forzar en todas sus variantes, mostrándonos como agentes de la misma tanto a Dios como a ella misma. Entre el capítulo anterior y éste hace mención de este término al menos seis veces, puede que el número aumente si tenemos en cuenta las alusiones indirectas que hace del mismo.

El capítulo 3 presenta tres temas: su ingreso en el internado de Sta. Mª de Gracia, una enfermedad y el viaje a Hortigosa y Castellanos. Pero el tema central, que hasta ella destaca en el título, es el de la definición de su vocación.

El relato contiene una serie de episodios en los que ella relata su relación con doña María Briceño. Esto le hace que se despierten sus “deseos de las cosa eternas” de su vida pasada y, un poco después “la verdad de cuando niña”. Las dos cosas, la verdad y los deseos, le sirven para reconstruir su escala de valores y enfrentarse con sus propias decisiones ante sus indecisiones. La verdad y los deseos, van a ser las grandes protagonistas de su vida.

Trata cómo fue perdiendo estas virtudes, y lo que importa en la niñez tratar con personas virtuosas”.
 
En este capítulo Teresa nos cuenta cómo fue su adolescencia y cómo el paso de la adolescencia a la primera juventud. Desde los 13 a los 16 años enmarcados en dos o tres acontecimientos.

Lo titula: “En que trata cómo comenzó el Señor a despertar esta alma en su niñez a cosas virtuosas, y la ayuda que es para esto serlo los padres”.

Ya desde el título el principal protagonista no es Teresa, sino Dios. Y aunque Teresa es la autora del relato, es el Señor el Agente de lo relatado.

TeresaEl Libro de la Vida es el primer gran escrito de Teresa, también el más denso, el más rico de datos autobiográficos, por ello se le conoce como la autobiografía de la Santa. Indispensable para conocer su vida mística y el comienzo de su actividad fundadora. Es además el más sobrecogedor de sus escritos: la más intensa revelación de un alma con que cuentan nuestras letras.