Libro de la Vida

Podríamos decir que este capítulo nos relata la irrupción en la vida de la Santa, de la compañía de Jesús.
Nos narra el hábil actuar de Diego de Cetina:

Cómo comenzó a tratar de más perfección y el medio que Dios le proporcionó para ir con confianza en el camino del amor.

Teresa es consciente de comenzar sección nueva en su relato: “Es otro libro nuevo de aquí adelante. Digo otra vida nueva. La de hasta aquí era mía. La que he vivido (después)… es que vivía Dios en mí, a lo que me parecía”.

Teresa nos avisa para que no queramos ascender por nuestra cuenta a la contemplación mística, sin haber trabajado en oración y virtudes.

Capítulo intermedio entre el tratadillo doctrinal de los grados de oración y el regreso a la narración autobiográfica. En él se entrelazan dos temas:

Un capítulo en el que Teresa se deshace en gratitud por el estado al que Su Majestad la ha traído. “¡Bienaventurada alma que la trae el Señor a entender verdades!” (nº1)

En estos doce números resume su “Buena Noticia”: Todo es Gracia. Es el Señor quien obra “por sola su bondad”. (nº 11)

El capítulo presenta tres aspectos: qué es, o mejor, en qué consiste el arrobamiento; los efectos, y la pena de ausencia como consecuencia de experimentar estos arrobamientos.

Sugiero la lectura del capítulo de efecto a causa, para comprender mejor lo que ella denomina como pena de ausencia.