Os preguntaréis: ¿Qué es un carisma? Carisma es un don, un regalo de Dios para la Iglesia, una experiencia del Espíritu para ser vivida, profundizada y desarrollada por la persona. Y aquí no queda la cosa: esto recibido hay que transmitirlo a los demás.

Santa TeresaEsto fue lo que ocurrió a Teresa: elegida por Dios para esa misión. Siente inquietud de remontarse hasta los orígenes, el deseo de una renovación de la Orden en la que había entrado para ser monja, la Orden de Ntra. Sra. del Carmen.

 La verdad es que Teresa tiene las mejores aptitudes para crear a su alrededor un grupo: inclinada a la comunicación, altos ideales desde el principio de su vida religiosa. Gran capacidad de contagiar a los demás, las “gracias de naturaleza” que posee para hacerse querer y convertirse en líder como maestra de oración.

A pesar de todas sus cualidades y de poseer un carácter preparado para emprender la aventura de fundadora, sufre la prueba de la soledad, la distracción y, a la vez, suspira por vivir con las hermanas ayudándose mutuamente en el servicio del Señor.

Santa TeresaEs la historia de amistad espiritual de Teresa, que encuentra como cauces de comunicación los amigos que Dios le da. En los encuentros de monjas en su celda se fragua el ambiente donde va a germinar la idea de un nuevo monasterio.

Teresa llega a la plenitud de vida espiritual, a su madurez y de aquí procede el nacimiento de nuestro carisma. Teniendo muy claro que “Dios lo ha hecho… Él ha sido el protagonista… Todo ha venido de Dios…”

Es obra de Dios, una historia de gracias divinas en medio de contradicciones humanas.

Teresa, mujer inquieta, se pregunta: “¿qué podría hacer por Dios?”… “Determiné hacer eso poquito que era en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda la perfección que yo pudiese… confiada en la gran bondad de Dios.”