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CrucificadoAtráeme, Señor, Imán divino
de poderosa fuerza.
Atráeme, mi Bien, hasta tu centro,
morada del Amor.

Atráeme y pégame a tu Cuerpo
sangrante y malherido,
permíteme apretarme a tu Costado
transido de dolor.

Concédeme unirme con tu muerte
desconsolada y sola,
la muerte sin sentido de este mundo
que no conoce a Dios.

Déjame navegar por esas venas
de sangre desprovistas,
déjame que corone de espinas
mi mente y mi razón.

Y después,
concédeme dormirme dulcemente
en tu Costado abierto,
permíteme decirte muy bajito:

TODO SE CONSUMÓ.

Y entonces, por favor, baja tus Brazos
de tu cruz luminosa,
para entrar abrazados los dos juntos
en tu lecho de Amor.