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“El escriba que entiende del Reino de los Cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo antiguo y lo nuevo (Mt. 13 51-52)” Tú y el Reino de los Cielos está representado por el haz de luz que entra por la ventana e ilumina la escena. Lo antiguo son, el ánfora, el brasero y los azulejos del S. XVIII que están desgastado por las pisadas de tantas Hermanas que decidieron seguir tus pasos escuchando tu llamada.
Lo nuevo, la vida que hay en las plantas que adornan este rincón y todo junto, la belleza que Tú proporcionas conjugando la sencillez con el detalle. “Dichosos los que viven en tu casa,”, reza el Salmo 83. Y conste que para “vivir en tu casa” no hace falta vivir en un convento. Tu “casa” es el interior del corazón de cada hombre, donde Tú habitas.
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