Cielo, “el estrado de tus pies” y azahar; una tierra fértil, que engendra un naranjo con mucha vitalidad; tu mirada vigilante y promesa de fruto seguro, contenido en esos azahares apiñados; embriagante olor a ti y hojas verdes que contienen en su corazón todas las esperanzas del mundo, ¡que son muchas…!
¡Cuánto tienes Tú que comunicar cuando estamos alertas y deseamos tener oídos atentos y vigilantes dispuestos a escuchar la belleza de tus mensajes…!
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